Las mascarillas en interiores dejan de ser obligatorias. El Consejo de Ministros ha aprobado el fin de la obligatoriedad del uso de las mascarillas en espacios interiores con carácter general a partir del 20 de abril.
El 92% de la población – 39 millones de personas- tiene la pauta completa, lo que ha provocado que la enfermedad haya descendido y que la mayor parte del territorio se encuentre en nivel de riesgo bajo.
La ministra de Sanidad ha aclarado que la mascarilla no será obligatoria en los ámbitos escolares. En el entorno laboral, con carácter general, tampoco lo será. No obstante, los responsables en materia de prevención de riesgos laborales, y de acuerdo con la correspondiente evaluación del riesgo del puesto de trabajo, podrán establecer las medidas preventivas adecuadas que estimen convenientes, como el uso de mascarilla.
En los eventos multitudinarios, como competiciones deportivas o conciertos, celebrados tanto en interiores como en exteriores no será obligatorio llevar mascarilla. Respecto a la continuidad de las limitaciones de aforos, la ministra ha indicado que la competencia corresponde a las comunidades autónomas.
Mascarillas en interiores: ¿dónde es obligado llevarla?
Las mascarillas seguirán siendo obligatorias en los centros, servicios y establecimientos sanitarios -hospitales, centros de salud o de transfusión, farmacias-, tanto para las personas que trabajan en ellos como para los visitantes. También en los centros sociosanitarios y en las residencias de mayores para los empleados y los visitantes, pero no para los residentes.
La obligatoriedad se mantiene igualmente en el transporte aéreo, por ferrocarril, en los autobuses, y en los barcos cuando no se pueda mantener la distancia de seguridad de 1,5 metros. En el acceso a las estaciones o en los andenes, la mascarilla no será obligatoria.
Uso responsable de la mascarilla
La titular de Sanidad ha afirmado que el Ejecutivo recomienda el uso responsable de las mascarillas en la población vulnerable, como los mayores de 60 años, las personas inmunodeprimidas, con enfermedades de riesgo o las mujeres embarazadas.
También ha aconsejado su uso al profesorado o alumnado con algún factor de vulnerabilidad, en los eventos multitudinarios, en las aglomeraciones y en celebraciones familiares o privadas cuando asista alguna persona vulnerable.
La ministra ha afirmado que la medida adoptada hoy responde de forma estratégica a la situación epidemiológica actual y a la propuesta casi unánime de los integrantes del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud reunido en Toledo el 6 de abril.